22 de marzo del 2021
El Atletismo en la adolescencia
Eliud Kipchoge ha sido la primera persona en el mundo en correr un maratón por debajo de dos horas. Eso supone correr 42 km y 195 m a un ritmo de 2 min 50 s cada kilómetro, una auténtica barbaridad, o lo que es lo mismo, ir a una media de 21,1km/h. Su objetivo era correr bajo el lema No Human Is Limited: “enseñar al mundo que cuando te centras en tu objetivo, cuando trabajas duro y cuando crees en ti mismo, cualquier cosa es posible”.
Quería enlazar estas palabras con los beneficios que tiene el atletismo en cualquier persona, en este caso centrándonos en la etapa de la adolescencia. El récord de Kipchoge ha sido fruto de muchísimas horas de entrenamiento y sacrificio, no es un logro que se consigue de un día para otro. De hecho, lo ha conseguido a los 34 años y con bastantes maratones en sus piernas. “Nadie nace siendo un corredor perfecto. Ni ninguno de nosotros será uno. A medida que sumamos pasos nos convertimos en mejores corredores. Y esa es la belleza de nuestro deporte: no hay atajos, nadie nos regala nada; ganamos cada milla y ganamos cada resultado” (Peter Magill).
Un adolescente que decide apuntarse y empezar a correr ya demuestra un alto nivel de compromiso y autoexigencia. Esto es porque los entrenamientos empiezan a las 8 de la mañana antes de las clases y creedme: un día frío de invierno a esas horas no es precisamente lo que más le apetezca a uno. Es increíble ver cómo uno es capaz de combatir contra esa voz interior que te dice que aflojes porque estás cansado, porque hace frío, porque no te apetece. Reman a contracorriente con todas sus fuerzas, sufren, luchan contra sí mismos y vencen, tal como dice Kipchoge. La verdad es que como entrenador soy un afortunado de poder contagiarme de este espíritu incansable de lucha y sacrificio.
La adolescencia, en muchos casos, es una etapa complicada porque es cuando definen su personalidad. Muchas veces se sienten incomprendidos y desubicados y necesitan estar seguros de sí mismos. Es de este modo que el atletismo puede ayudar, y mucho. Después de ponerse una meta y cumplirla, de alcanzar objetivos y conseguir demostrarse que son capaces de hacer cosas que jamás creían que podrían hacer, el sentimiento de satisfacción es tan grande que hace que aumente su autoestima, cosa que es un gran beneficio a nivel psicológico y emocional.
Esto es esencial, porque el aumento de autoconfianza hace que mejoren también en otros aspectos, por ejemplo, el académico. En efecto, según un estudio realizado por The Journal of Pediatrics, tener unos niveles cardiorrespiratorios y motores altos a consecuencia del deporte pueden, en cierta medida, reducir el riesgo de fracaso escolar.
Podemos pensar que es un deporte muy individual, pero la verdad es que permite compartir entrenamientos y experiencias con muchos otros compañeros que no solo los de clase. El trabajo en equipo durante los entrenamientos es esencial. Las series en la pista, la técnica de carrera, las sesiones de fuerza, los días de cross… todo es en equipo. Aunque el caso de Eliud Kipchoge sea un caso extremo, este pasa de lunes a sábado concentrado en un campamento de Kenia rodeado de sus compañeros, que son la clave de su éxito y a los que no se cansa de recordar: “El 100% de mí mismo no es nada comparado con el 1% de todo el equipo”.
Otro tema interesante es que en la disciplina del atletismo se quema una gran cantidad de calorías, con lo cual es un deporte ideal para perder y controlar el peso. Se fortalecen huesos, músculos y articulaciones y se mejora la capacidad pulmonar. Es una manera muy completa de que se pongan en forma y de que enfoquen toda esta energía inagotable. Y todo ello conlleva a estar más tranquilos y dormir mejor. Al estar agotado y haber liberado tensión y estrés es mucho más fácil conciliar el sueño por la noche. La verdad es que podría seguir analizando todo lo bueno que tiene este deporte, pero no acabaría nunca.
En Viaró tenemos la suerte de ser un club federado y podemos participar en competiciones a todos los niveles: desde controles para tener una marca registrada e ir viendo el progreso, hasta campeonatos autonómicos y estatales, como ha sido ya el caso de algunos alumnos del colegio. Todo un sueño para cualquier deportista hecho realidad.