¿A qué sabe el color rojo?

Los conejitos de P2 estamos trabajando el color rojo, y qué mejor forma que experimentando, con gelatina de ese color. ¡Nos encanta! Además, hemos trabajado los sentidos: el tacto, el gusto, el olfato… nos lo hemos pasado genial, y lo más importante, hemos aprendido mucho.

Nos ha encantado olerla, probarla, manipularla, ¡hasta podemos pintar con gelatina!, ¡qué textura tan divertida tiene! ¡ah, pero si es fría! Y ¡si la tocas, tiembla!, pero, y ¿a qué sabrá la gelatina? Sabe a fresa, ¿sabrá así el color rojo?

El juego sensorial es una manera a través de la cual los niños aprenden, estimulan su imaginación, desarrollan habilidades, incluso puede ayudar a canalizar su frustración, y todo esto por medio de los sentidos. Es una técnica que ofrece una de las mejores y completas experiencias de aprendizaje que el niño puede tener. 

Partiendo de la base que la palabra “juego” es sinónimo de pasarlo bien, si le añadimos palabras como espeso, líquido, frío, caliente, colores llamativos, sabores y texturas diferentes, pegajoso, resbaladizo, mojado… esto se convierte en lo más asombroso, divertido e instructivo del mundo. Es una ayuda al desarrollo del lenguaje, al crecimiento cognitivo, a las habilidades motoras, a la interacción social y a cómo resolver problemas. 

Así que, cuanto más desarrollen los niños sus sentidos, estarán más receptivos a los estímulos de su alrededor y mayores conexiones neuronales se producirán.

Pero y entonces, ¿a qué sabe el color rojo? ¿Sabrá a fresa?

Maite Font

Assistant Teacher P2