En esta época de frío después de Navidad va bien preparar alguna actividad casera que entretenga a los más pequeños pero parece que la temática navideña ya no pega, ¿verdad? Te traemos una receta perfecta para este fin de semana o cualquier tarde en casa:
Sólo necesitáis:
Se puede hacer más cantidad, respetando aproximadamente esta proporción. Se mezcla todo en un bol con las manos, añadiendo el agua poco a poco hasta obtener la textura deseada y ya lo podéis verter en una bandeja para jugar con ella. ¡Ya verás cómo se parece la textura a la verdadera nieve! 🙂 Y ya si lo metes en el congelador un ratito antes de jugar, conseguirás un efecto frío más sorprendente.
Y lo mejor es que no es tóxica, así que pueden jugar también aquellos peques que todavía tienen tendencia a probarlo todo.
Las actividades sensoriales como esta son ideales para mayores y pequeños, a todos los encanta experimentar, cada uno a su nivel. Es una temática abierta, con lo que podéis añadirle los elementos que tengáis por casa y convertirlo en lo que queráis: un bosque de invierno con animalitos, una montaña con playmobils que van a esquiar, un taller de muñecos de nieve en miniatura...
Para darle un toque brillante parecido a nieve se puede añadir un poco de purpurina, pero ten en cuenta que entonces deja de ser comestible y hay que tener cuidado 😉
¡Que la disfrutéis!
Ágata Carreras
Editora del blog
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