Aprender a reconocer nuestros sentimientos

Vivimos en una sociedad cambiante y globalizada en la que el ritmo del día a día es muy rápido, estamos llenos de actividad. Pero el parar, pensar y analizar qué es lo que hacemos y por qué lo hacemos debería ser parte de nuestra rutina para no actuar de forma impulsiva.

Hoy queremos dedicar esta entrada a las emociones.

El saber reconocer nuestras emociones, el cómo nos sentimos, cómo las regulamos y cómo las analizamos, es lo que nos hace reaccionar de forma reflexiva pudiendo, así, reconducir nuestras acciones.

Indiscutiblemente que todo ello implica cierta madurez de la persona, pero poco a poco desde niños se puede ir aprendiendo.

Por ello, en Infantil Viaró Global School, damos especial importancia a la Educación Emocional. Las actividades están encaminadas a dos aspectos principales: al conocimiento de uno mismo y al de favorecer la relación con los demás.

De autoconocimiento:

Cómo me siento (análisis)

Expresar esa emoción o sentimiento (verbalización)

Por qué me siento así (reconocimiento)

Por qué lo he hecho (reconocimiento)

Cómo puedo hacerlo de otra manera (resolución de problemas y autocontrol)

Cuáles son mis talentos y mis limitaciones, ¿puedo hacerlo? (aceptación)

De relación con los demás:

Cómo se siente (análisis)

Por qué se siente así (empatía)

Cómo puedo ayudarle (resolución de problemas)

¿Y si no quiere que le ayude? (respeto)

Si me pasara a mí, cómo me sentiría (empatía y aceptación del otro)

¿Cómo me afecta a mi que él se comporte así? (asertividad)

La inteligencia emocional no es innata en los niños. Se consigue a través de las vivencias y de las relaciones interpersonales haciéndoles tomar conciencia de ellas. David Goleman define la Educación Emocional como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”.

Junto con el desarrollo físico y cognitivo, cada niño progresa también a través de las diferentes fases de desarrollo emocional. Os animamos a que también desde casa ayudéis a vuestros hijos a identificar, interpretar y mostrar cómo comportarse ante las distintas situaciones de su día a día,  para crecer desde pequeños en estabilidad emocional.