3 beneficios de los hábitos de autonomía en educación temprana

Los hábitos de autonomía en la educación temprana son fundamentales para el desarrollo integral de nuestros niños, incluyendo su desarrollo del lenguaje, coordinación motora y autoestima.

Estos son 3 beneficios de los hábitos de autonomía:

1. Desarrollo del lenguaje:

Los hábitos de autonomía, como vestirse, comer y lavarse las manos, son momentos ideales para fomentar el desarrollo del lenguaje en nuestros niños. Está claro que al inicio no empezaran a hacerlo solitos, se trata más de hacerles partícipes y que poco a poco vayan ganando en autonomía. Al animarlos a comunicarse mientras llevan a cabo estas tareas, no solo están aprendiendo habilidades prácticas, sino también ampliando su vocabulario y comprensión del mundo que les rodea.

2. Coordinación motora y comunicación:

Además del lenguaje, los hábitos de autonomía también contribuyen al desarrollo de la coordinación motora y la comunicación no verbal. Por ejemplo, al enseñarles a coger la cuchara a la hora de comer, ponerse los calcetines…, están fortaleciendo su destreza manual y su capacidad para seguir instrucciones, habilidades que son fundamentales.

3. Fomento de la autoestima:

Cuando nuestros niños logran realizar tareas por sí mismos, ya sea vestirse, peinarse o recoger sus juguetes, están construyendo una base sólida de autoestima y confianza en sí mismos. Esto, a su vez, les motiva a comunicarse y a participar activamente en conversaciones y actividades en casa y en el colegio. Sobre todo, a través de sonidos y palabras sueltas, todavía no empiezan a formular frases.

3 consejos prácticos:

1. Narración durante las actividades:

Durante las actividades de autonomía, como prepararse para salir de casa o ayudar en la cocina, aprovechad cada momento para narrar lo que estás haciendo y fomentar el diálogo con tus hijos. Por ejemplo, podríais comentar: "Ahora vamos a ponernos los zapatos. ¿Me los puedes traer?" Esto les ayuda a asociar palabras con acciones y objetos, enriqueciendo su vocabulario.

• Reforzar el esfuerzo:

Reconoced y elogiad los esfuerzos de vuestros hijos, incluso si no consiguen hacer algo de forma perfecta. Por ejemplo, si están aprendiendo a comer con la cuchara o a limpiarse los moquitos y se les dificulta, elogiad su intento y ofreced apoyo en lugar de hacerlo por ellos. Esto les ayuda a desarrollar perseverancia y habilidades de resolución de problemas.

• Crear rutinas estructuradas:

Establecer rutinas diarias que incluyan momentos de exclusividad para actividades de autonomía, como la hora de vestirse, la hora de comer y la hora de dormir. Las rutinas proporcionan seguridad y previsibilidad para los niños, facilitando su participación activa y su desarrollo del lenguaje y otras habilidades.

Clara Ciller

Tutora infantil 0