Educar en el asombro: el bosque de Viaró Infantil

¿Qué es el asombro?

Educar en el asombro es no dar nada por supuesto, sorprenderse e interesarse por las cosas. Para el niño todo es nuevo, y no hay nada más interesante para él que… ¡la vida misma! El mundo que le rodea y lo acoge.  

La capacidad de asombro del niño es la «estimulación temprana natural» que el niño lleva dentro «de serie» y que le lleva a descubrir el mundo que le rodea, a motivarse por sí mismo.” Catherine L’Ecuyer

Pero el ritmo de vida actual, la sobre exposición a tantísimos estímulos, la necesidad de tenerlo todo programado… dificulta esta capacidad innata y se hace necesario educar en el asombro. 

Para que un niño se pueda asombrar, entre otras condiciones, hace falta darle espacio y confianza. Fomentar el silencio, la sensibilidad, tiempos más calmados y desestructurados, respetando sus ritmos. Educar en el asombro.

La naturaleza es la primera ventana al asombro. 

Posibilitar el contacto directo con la naturaleza a diario permite ese silencio y esa sensación de libertad, de exploración del mundo. Ver y admirar, respirar y oler, tocar y dejarse acariciar, oír y escuchar, gustar la realidad y la creación en toda su belleza y misterio. 

Nuestro entorno natural

Viaró se construye hace ya más de 50 años en un entorno natural inmejorable gracias a la visión y audacia de un puñado de familias. El proyecto de reforma actual de nuestro Infantil nos ha permitido acercar el bosque a las aulas y que las aulas salgan al bosque. Todo ello configura nuestro contexto de aprendizaje y materializa nuestro proyecto educativo. De este modo, podemos educar en el asombro y facilitamos que nuestros niños crezcan más fuertes, más seguros y más felices. 

Además, los niños de hoy están acostumbrados a tener de todo. No solo cuando lo piden, sino antes de desearlo. La naturaleza les recuerda que hay que ser paciente y valorar el esfuerzo. Las verduras de nuestro huerto crecen poco a poco, la lluvia llega sin avisar, los pájaros carpinteros no se dejan oír siempre que queremos... En contacto con la naturaleza, el niño se serena y se deja llevar por la realidad. 

Al aire libre, entre troncos, tierra, hojas…nuestros pequeños se relajan y se mueven libremente. 

7 beneficios de educar en el asombro en un entorno natural: 

Existen numerosos estudios que asocian el tiempo en contacto con la naturaleza con una mejora en las capacidades de aprendizaje. Los principales beneficios son:  

1. Facilitar la integración de los aprendizajes motores e intelectuales de forma coherente. 
2. Potenciar el desarrollo de la creatividad y autonomía de los niños en sus primeros años de vida, así como la capacidad de gestionar recursos, generar y expresar ideas. 
3. Aumento de la capacidad de atención de los alumnos. Algo súper bueno para todos, pero especialmente para aquellos niños que presentan déficit de atención. 
4. La capacidad de aprendizaje es más productiva. 
5. La naturaleza y sus elementos estén presentes y las posibilidades de juego son más ricas y variadas: invitan al juego en equipo, a la negociación entre niños, a la imaginación…
6. Mejora la salud física y emocional.
7. Adquisición de valores entorno al respeto y la conservación del planeta (por ejemplo, el cuidado de la vegetación y del pequeño ecosistema animal que en nuestro bosque reside, a la comprensión de sus ciclos de vida, etc.) Así como conectar con la grandeza de la creación y cultivar la fe. 
8. Alimenta nuestra capacidad de asombro y mundo interior. 

Es el sentido del asombro el que nos hace caer en la cuenta de (…) que la vida es un regalo y que el mundo es un milagro.

Catherine L’Ecuyer

¿Sigues pensando que jugar al aire libre es una pérdida de tiempo? Incluso cuando parece que no sucede nada, también están aprendiendo.

Merce Cavero 

Coordinadora Pedagógica