Los once alumnos que fueron premiados con la Beca de Humanidades Dr. Josep Maria Pujol Bertran han vuelto a clase después de las vacaciones de Semana Santa con una gran experiencia que compartir. Dejemos que sean ellos mismos los que nos lo cuenten:
«El UNIV ha sido una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel cultural como personal. Por supuesto, para aprovechar la experiencia al máximo, exprimíamos todas las horas del día. Nos levantábamos temprano, sobre las 8 en punto de la mañana, e íbamos a desayunar. Antes o después del desayuno, normalmente teníamos una meditación que nos ayudaba a encarar bien el día, a vivir con intensidad cada uno de los momentos de la Semana Santa.
Sobre las 9:30 nos despedíamos del hotel hasta la noche para recorrer Roma, normalmente a pie. Caminábamos y caminábamos, porque Roma es una ciudad para ver paseando, y perderse en sus calles.
Visitamos muchos monumentos e iglesias (asistiendo a Misa en lugares increíbles). Todas y cada una de las iglesias de la ciudad estaban repletas de obras de arte: esculturas, bóvedas, cuadros, frescos… Era casi normal entrar en una iglesia y ver un Caravaggio o encontrar un fresco de Pozzo. Asimismo, las calles estaban también plagadas de esculturas y de historia.
Después de patear Roma, visitar los cientos de monumentos emblemáticos del lugar y comer -como no, pasta- en Piazza Colonna, retomábamos la actividad hasta la noche, momento en que normalmente volvíamos al hotel para cenar y quizá dar una última vuelta hasta el Vaticano antes de acostarnos. Todo dependía de las fuerzas que nos pudieran quedar.
Encontramos varias caras conocidas en los demás grupos de la convivencia, sobre todo entre los barceloneses, y algunos antiguos compañeros y amigos de la Universidad de Navarra. Poco a poco fuimos haciendo migas con ellos, y al final prácticamente hicimos de los 50 un solo grupo de amigos»
**Extracto de la memoria que presentaron los alumnos a la vuelta del congreso.