«Acertar en la elección y escoger dónde pasan tus hijos un tercio de su vida no es ningún capricho»
Todo el mundo está de acuerdo en que la educación es fundamental; y por descontado todos coinciden en la necesidad de querer acertar en la elección para dar lo mejor a sus hijos. A la hora de elegir colegio…
¿Qué pesa más, los resultados académicos o la formación humana? ¿El multilingüismo, la actividad física, el entorno, los intereses culturales, los valores ligados a un ideario propio? ¿La educación personalizada o la mixta? ¿La escuela privada, la pública, la concertada? 📚
¿Es posible acertar en la elección y escoger un colegio que lo tenga todo? La respuesta es clara: no.
Entonces, ¿qué criterios han de prevalecer sobre los otros a la hora de escoger? ¿Que tienen que hacer los padres por encima de todo? Una vez más, la respuesta tendría que ser sencilla: el colegio para mis hijos ha de ser un reflejo de los valores de mi familia, una proyección de mis intereses para ellos y su formación integral.
Si además resulta que el colegio responde a mis valores lo tengo a dos minutos de casa, mucho mejor; pero cuando no es así… ¿Qué estamos dispuestos a sacrificar por un objetivo alto? O nos conformamos con cualquier cosa sabiendo que con un esfuerzo – pequeño o a veces muy grande – podemos obtener exactamente aquello que querríamos?
Por eso es tan necesario que haya modelos educativos diversos y que se proteja y fomente su desarrollo; el derecho de los padres a escoger dónde pasan sus hijos un tercio del tiempo de su vida infantil y juvenil no es ningún capricho.
Y también por eso es necesario invertir tiempo en ir a visitar colegios candidatos, pisarlos, captar la vida de la comunidad educativa y entrevistarse con los responsables de admisiones o la dirección del centro.
Obviamente, detrás de este eje central nos ayudarán a decantar la balanza otros aspectos importantes, como por ejemplo:
- La eficacia académica (los resultados de las pruebas externas son un indicador de ello)
- El multilingüismo activo
- El nivel de identificación y compromiso del personal con el proyecto educativo del centro
- Su relación con el alumnado y las familias
- Las instalaciones (no solamente las aulas y espacios comunes)
- Las zonas de descanso y el entorno natural
- Una cocina propia
- Unas instalaciones deportivas adecuadas
- Una actividad social, intelectual y cultural amplia y dinámica.
Teniendo en cuenta todo esto, el acierto en la elección del mejor colegio para nuestros hijos no será nunca fruto del azar o las circunstancias: será una elección coherente con la manera de pensar de la propia familia y los valores que queremos transmitirles y aportar al futuro de nuestra sociedad.
Artículo escrito por Quim M Carreras